29 abr 2011

Juego de hombres... Falta de señores

Prometía ser emocionante, vibrante… Noventa minutos intensos y tensos pero, al fin y al cabo, un buen partido de fútbol entre dos grandes equipos, Real Madrid y F.C. Barcelona, y nada más y nada menos que en semifinales de la Champions.
No fue así, la primera parte estuvo bastante igualada, mas no por un brillante juego sino, más bien, algo tedioso. Aunque sería durante el descanso cuando el encuentro empezó a tomar su cáliz más desabrido… Miradas furibundas, quién sabe si acompañadas de palabras envenenadas, que desembocarían en trifurca y expulsión del portero suplente del Barça.
Y hasta el momento no pasaba nada que perturbara al técnico madridista, que venía de subidón tras ganar la Copa Del Rey y que se había llenado la boca con su aforismo contra la opinión de su homólogo culé sobre el arbitraje de ese día. Él, que nos tiene acostumbrados a ruedas de prensa colmadas de discursos enardecidos y críticas exasperantes, ése mismo que en alguna ocasión no ha dado la cara ante los medios de comunicación, el que transforma lo baladí en ofensa gratuita… ¿Ése osa mencionar e interpretar el saber estar y la encomiable actuación de Guardiola?, ¿del señor que mide su oratoria, seguramente sin meditarla demasiado, sencillamente elegante en sus maneras, en su educación y profesión, sin tener que recurrir a las argucias fuera del terreno de juego? Debería, el tal Mourinho, saber que los partidos se ganan en el campo… También se pierden allí, y prueba de ello fue lo que pasó en la segunda parte, tarjeta roja a Pepe, el Madrid se queda con 10 jugadores y su entrenador se cabrea como un mono, asintiendo y alabando con ironía la decisión del árbitro. ¿Qué exiges? ¿Todavía no sabes distinguir el reglamento y arbitraje en UEFA? ¡Pues a la calle y apechugas como profesional!, pero no, tu granujería va más allá y encima pasas indicaciones a seguir por tus jugadores a hurtadillas… yo diría que eso no está permitido. Pero debe ser más fácil mirar para otro lado y no ver los propios errores, criticar a los demás por lo que no se ve de sí mismo, como decir de Pep que es él sólo en el Barça cuando realmente Mourinho es el eremita de su club.
En el futbol, como en otros deportes, también forma parte el arbitraje y unas veces éste puede ser equívoco a tu favor y otras no, pero de ahí parte la arbitrariedad, eso sí, basándose en unas leyes y teniendo en cuenta que son ojos humanos. El fútbol es así.
Muchos son los que afirman que el futbol es un deporte de hombres, pero como bien dijo Adebayor, por esa regla de tres, los hombres no lloran ni se caen por menos de nada, y eso es lo que se ve constantemente en cada partido, la picardía, más propia de las mujeres, dicen otros… Así que no sé yo si es de hombres, de mujeres o ya no es deporte.
Acababa el partido con un 0-2 a favor del Barça, y Mourinho no tiene más argumentos que una sencilla pregunta: “¿Por qué?” seguida de una retahíla de surrealistas e infames conjeturas, malmetiendo sobre Unicef, el Sr. Villar y la simpatía blaugrana que, dice él, invitan al favoritismo culé. En fin, debió ser fruto de la impotencia, del fracaso de un egocéntrico entrenador que quiere ser el protagonista principal que juega sólo.
De ahí, la UEFA sanciona a Mourinho, el Barça denuncia al Madrid y el Madrid al Barça. Lejos de disiparse la fortísima y famosa rivalidad entre estos clubes, ésta se está agravando. En m i opinión, exagerada, sacada de contexto y desfavoreciendo la imagen del deporte. Eso sí, contenta con el triunfo del Barça y su buen juego, sin estar exento de apreciaciones y reproches. Culé y antimourinhista.

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