La foto de book

Con la adrenalina todavía en el cuerpo, escribo esta entrada recién llegada de clase, después de la primera foto book. Después de una semana de vértigo, de investigación, malestar, nervios y no sé cuántas cosas más, vi la luz al final de mi viaje al pasado.

Por la compañera con la que me puse, decidí hacer maquillaje de retrospectiva años 20. Las cejas descendentes y el labio pequeño me inspiraron para ello, la encasillé en seguida. Ahora bien, el pelo me fallaba por el tipo de rubio, así que opté por un turbante de dicha década. Tenía un broche que quedaría ideal pero faltaba la base para el tocado. Tras darle mil vueltas, y agobiarme en algún momento, me puse manos a la obra. Compré las telas y pieles oportunas, pues aquélla fue una etapa de euforia y exuberancia al acabar la primera guerra mundial, y elaboré el turbante, un cuello de piel y una especia de casaca. Los pendientes y las perlas harían el resto.
Ayer en la clase de prácticas me puse con mi compañera y, sombra aquí, pespunté allá, Tere (profesora) me dijo que se veía años 20 total, alabó el turbante y le encantó el labio. Me sentí tan bien, pensé que era una recompensa por los días pasados. Tanto es así que, cuando anoche otra compi me preguntó si estaba nerviosa le dije que no, para mi sorpresa. La realidad iba a ser otra –ya me extrañaba a mí-, pues mis ojos han dormido pero mi cabeza no.
Finalmente, hoy ha sido el Día y, aunque creo que el maquillaje me salió mejor ayer, sobre todo la dichosa boca del decenio, me encanta experimentar ese nerviosismo cuando mis glándulas suprarrenales empiezan a funcionar segregando la pertinente hormona. Cuando empieza la contrarreloj, acabas el maquillaje y continúas con el atrezzo, mientras vas corriendo a apuntarte en la tanda de las fotos, ultimas los detalles y escuchas: “¡Vanessaaa, tu turno!”

Buuuf, he salido de clase con la excitación a flor de piel. A pesar de ello he venido andando a casa. Tal vez para serenarme, para equilibrar la garra y el brío que sentía con la incertidumbre, pues cabe esperar cómo salen las fotos cómo se detalla al milímetro el maquillaje y cualquier otro pormenor, que para un buen book es de suma importancia.