15 jul 2010

¿Te ves de viej@?

La inmensa mayoría de personas ha reflexionado en algún momento sobre su futuro. Y no en lo que quieren hacer de camino a él, sino en un momento concreto. Si habrá cambiado su trayectoria profesional, si dentro de cinco años habrán realizado los viajes soñados, si ya tendrán algún hijo...
Yo también he tratado de imaginarme dentro de unos años en cuanto a lo más "normal" antes citado, y en materias algo más personales como plantearme si escribiré en algún otro lugar aparte de este humilde blog, quizás un libro, o en una revista para acérrimos lectores, incluso la ciudad de residencia, y es que quién sabe lo que nos deparan las etapas de cada uno de nuestros Tours, la montaña, la contrarreloj...

Sin embargo, me produce casi más misterio, mayor intriga y hasta diversión visualizarme, no sólo en lo mundano, sino en lo físico, en la apariencia y presencia fisonómica. Me miro cada día al espejo, sin ninguna presunción narcisista, para lavarme la cara, cepillarme los dientes, peinarme, y cuantas veces acuda a lavarme las manos ahí está mi rostro. Cada día es diferente, hoy no es igual que ayer y no será el mismo de mañana, pero son cambios tan exiguos, es algo tan imperceptible que me parece mentira que algún día llegue a convertirme en una anciana de pelo blanquecino y con la piel de mi faz surcada de arrugas, tal vez con joroba... Pero mi creatividad no da para más y no consigo idear mi tez dentro de 40 años.
Posiblemente, los pasos dados y por dar, para llegar a ser, sí que dependan de mí misma, de lo que haga o deje de hacer mañana porque seré consciente de ello, pero desconozco la respuesta intrínseca de mi cuerpo al paso del tiempo. Lo que es cierto es que, antes de que mi cabello sea blanco será grisáceo y para que mi cara tenga arrugas primero tendrá que habrá reído muchísimo, tanto que las líneas de expresión formarán parte de mi visaje.

De manera que, no me puedo convertir en longeva por arte de magia ni imaginación porque seguiré sin hallar paradigma alguno a mi ficción. Hasta el día en que, con setenta años, admire una foto del presente año. Sólo ante esa situación nos damos cuenta del cambio, que es una transformación paulatina.
Es una utopía.

3 comentarios:

  1. Yo ya me he visto, tengo fotos! Ahora te las enseño en privado.
    Besines!!!!

    ResponderEliminar
  2. Lo importante no es como sera tu piel , si no como sera tu alma. Estara quemada por el sol de la vida pasada o se mantendra tersa esperando al barquero con la sonrisa del deber complido.

    ResponderEliminar
  3. Luz, las fotos son de tu madre.. no vale!
    Yokese, espero que sea tersa por los soles y lunas que haya visto y por las experiencias que haya vivido.
    Saludosa los dos

    ResponderEliminar

AHORA TE TOCA A TI, ESCRIBE... Me gustará leerte