La primera

El día perfecto para empezar a escribir mi blog. Con el cielo sorprendiéndome desde el balcón, cubierto de nubes ansiosas por descargarse, por expresarse después de alguna tregua de silencio, con esas nubes que lo destiñen de gris, ese gris que como la materia de nuestro cerebro tiene la función del razonamiento, del procesamiento de la información, así estoy yo, haciendo bailar mis dedos de baldosa en baldosa para formar frases que tengan algún sentido o que, eso seguro, inauguren mis "Entrañas". Llevaba ya tiempo pensándolo, queriendo crear mi propio espacio de coloquio conmigo misma, y por qué no, con los que me quieran escuchar, y ese momento llegó. Al parecer lo engendré entonces y hoy lo he parido, porque como el hecho de tener un hijo, no se ha de pensar mucho, bastan una previa estabilidad general y el deseo para sencillamente gestarlo y dar a luz. Y hoy, a una semana de mis 30 años y sin ni siquiera saberlo, salía de cuentas.