3 jul 2010

Planes, planes y más planes

A veces los planes no salen cómo esperamos. Empezamos la semana cansados, de lunes, ni siquiera hemos entrado por la puerta y ya se nos hace cuesta arriba. No son apenas las 8:25h y empiezas a divisar cómo podría ser este fin de semana: me refugiaré del calor leyendo ese libro que estoy a punto de acabar, saldré con los amigos por la noche para ir al nuevo local del que tan bien me han hablado, iremos con los niños al cámping, o quizás se los queden los abuelos para tener una velada romántica, aprovecharemos para ir a la playa y broncearnos, tocará limpieza general y luego todo será estupendo con la fragancia pura y el confortador orden del hogar, las visitas o quedadas pendientes con amigos que ya hace meses que no vemos.., y todavía hemos de pasar por el inaugurador de la semana, el martes y el resto de días. Si todo sale como lo habíamos planeado, bien, nos basamos en disfrutarlo, quizás no tanto por el deleite del momento sino por el placer de que ha salido tal y como lo pensamos hace ya cinco días.

Pero, ¿qué pasa cuando éstos no se suceden según lo planificado? Todo se vuelve contra ti. Ya has tenido que perder la tarde porque el fontanero no ha venido, te has levantado sin ganas de pasar calor en la orilla del mar, no encuentras el libro, y habías quedado para ir al cine a ver esa película que sólo dan en un cine en toda la ciudad y resulta que hoy ya no está en cartel. Entonces ocurre, al traste con el ocio proyectado para tus ansiados días de recreo. Y eso es lo que más nos jode, que nuestras propias e individuales propuestas no hayan podido llevarse a cabo y lo que tenía que haber sido una diversión se convierte en casi depresión, "mi gozo en un pozo". En principio, así me ha sucedido a mí. El viernes por la tarde tenía que haber venido un lampista a arreglar la cisterna de casa, y a última hora me llama porque se le ha complicado la cosa y hasta el domingo no cree que pueda venir. Y ¿qué hago yo con mis horas vespertinas que había ocupado en estar en casa para recibirle? ahhh, no, me surgió un plan que no pude rechazar, porque encima tuve que ir a buscar el material para el dichoso wáter. A todo ello, se le sumaba que tenía que estar pendiente del móvil y de los horarios para cuando pudiese venir, con lo cual también me iba a perder el festival de jazz y vinos de Vilafranca del Penedès. Ya había ido en los dos años anteriores y era genial. En el Vijazz se daban cita estupendos vinos, soberbios conciertos y la arquitectura medieval y moderista de la villa, que formaban un marco perfecto para pasar el día entero y la noche. Pero este año no iba a ser el tercero. Y para más inri, esta semana había visto en el cartel del teatro Borràs que estaban Faemino y Cansado, los genio y figura del humor absurdo pero inteligente, claro que sólo con cinco días de función, y cuando estaba dispuesta a comprar mi entrada sin necesidad de contar con nadie para no perder tiempo, ya era tarde, todas estaban agotadas. ¿Qué más me podía pasar?

En mi opinión, que advierto de carácter optimista, es que estamos rodeados de alguna extraña fuerza que nos empuja hacia donde tenemos que ir, en lenguaje le llamaré refrán, "no hay mal que por bien no venga", y el viernes después de ir a buscar el material, quedé con una amiga, cuyo día tampoco había sido una panacea, y entre risas, palabras y besades acabamos cenando en un restaurante japonés y disfrutando de la gala improvisada para ambas. Esta tarde habrá fiesta de té, un paseíto y dos amigas con las que compartir estos espontáneos momentos y que ayudan a mirar la panorámica desde otra perspectiva. Y ya caída la tarde, el gran acontecimiento, el partido de España con Paraguay, que iré a disfrutar en el ambiente idóneo para tal acontecimiento, el bar de mi hermano.

De modo que, aunque no todo salga como lo pensamos antier, y perdiérmaos la partida, hoy siempre hay lugar para algo bueno, y tal vez mejor. Asiduamente hay una contrapartida a los planes fallidos, hay que confiar.
La Vida es lo que pasa mientras tú haces otros planes.

1 comentario:

  1. creo que has utilizado la palabra clave...hay que confiar, todo es para bien. El momento del té fresquito en el call judío te transporta a otro universo paralelo en el que todo sale bien. No encontraste entradas para ver Faemino y Cansado porque lo estabas viendo en vivo y en directo...una besada, Ali

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